La ruina del patrimonio histórico, también en Madrid

No nos creamos, al hilo del post anterior, que los desastres sobre el patrimonio histórico sólo se abaten sobre las ruinas grecorromanas de Italia o Grecia. En Madrid, sin ir más lejos, existe un ejemplo clarificador de hasta dónde puede llegar la incapacidad para proteger los monumentos o los edificios incluso cuando se les haya otorgado la máxima figura de protección contemplada en la legislación. El ejemplo del legendario frontón Beti Jai, en la zona noble de la ciudad y protegido con la categoría de Bien de Interés Cultural se cae a pedazos... y eso que estamos hablando de una comunidad donde, desde la aprobación de la reciente Ley de Patrimonio Histórico, sólo se protege precisamente aquello que es Bien de Interés Cultural. Pero no es de extrañar, días atrás mantuve una conversación con alguien -implicado en la conservación del patrimonio histórico- que justificaba en la crisis la desidia hacia el patrimonio histórico: "si la gente no tiene para comer, ¿cómo va a ocuparse de unas ruinas?". Ya, pero es que antes de que vinieran los mercados a pedirnos que nos doblegáramos a sus exigencias, la gente tenía para comer... y su patrimonio histórico no se caía a pedazos. (Disculpen, se ve que hoy tengo un mal día...)