Cuando creíamos que el cerco moderno a la ciudad de Numancia había concluido con el fin del proyecto de un polígono industrial en su entorno, nos llegan, enviadas por María Jesús Pérex Agorreta desde la Universidad Nacional de Educación a Distancia, imágenes de la llamada "Ciudad del Medio Ambiente" (?) que se está construyendo en Garray (Soria), a escasa distancia de las ruinas numantinas. Aunque la web del proyecto habla de "un proyecto integral de asentamiento humano ejemplo de la aplicabilidad real de las propuestas más avanzadas en materia ambiental" (?), lo cierto es que, a lo que parece, se está construyendo sobre un terreno inundable y frente al paisaje histórico de Numancia. Sin entrar a valorar la necesidad real de construir esta nueva ciudad apenas a ocho kilómetros del casco urbano de Soria, sí quiero insistir en algo que ya he dicho en más de una ocasión en este blog: que las ciudades cuyos principales valores son el paisaje natural y el patrimonio histórico quieran crecer a costa de alterar el paisaje natural y amenazar el patrimonio histórico es algo que, sencillamente, no se entiende.
jueves, 4 de marzo de 2010
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Lo de la "aplicabilidad real de las propuestas más avanzadas en materia ambiental" consiste, como viene siendo el caso últimamente, en dotar al contenido -que es poco- de un envoltorio fraseológico vacuo, pero salido de gabinetes de comunicación especializados en orquestar este tipo de gilipolleces.
ResponderEliminarEl resultado de la Ciudad será un engendro de edificios experimentales (la mayoría inservibles o invivibles), supuestos campus tecnológicos -esto es, otro polígono industrial, encubierto por esta cháchara culterana, en torno a Numancia-, y edificios de oficinas desocupados mayoritariamente, entre los que pasearán esos 30.000 visitantes supuestos, que a lo que van a Soria es al campo, y no a ver naturaleza urbanizada, que para eso ya está el Retiro.
En fin, una especie de Brasilia de los páramos, una ciudad hecha por arquitectos posmodernos para disfrute de arquitectos posmodernos, un futuro erial a medio desarrollar.
Tanto defender Soria como alternativa medioambiental, y tenemos la ciudad rodeada de canteras y similares (San Marcos, Santa Ana, o el asqueroso vertedero del Cerro Bellosillo que gracias a nuestra anterior alcaldesa nos recibe tan reconfortante, con su cabezo plano de basuras visible a kilómetros) y polígonos industriales que no son sino colecciones de naves para almacén de productos de construcción y derivados.
Si esto es todo lo que puede ofrecer Soria, ¿no sería mejor invertir en reordenar y no en acumular?. Acumular es el deseo de los constructores ladrilleros y de sus chabacanos mentores políticos, que nos ha llevado a donde merecemos: a ser una ciudad de tercera, jalonada perimetralmente por edificios semivacíos de materiales de ínfima categoría, triturada a conciencia por munícipes con menos conocimientos de historia y urbanismo que cualquier niño de primaria.
Así que Dios nos coja confesados.
Cuánta razón tienes, Pastor. Verlo de lejos da miedo, pero verlo de cerca tiene que poner los pelos de punta.
ResponderEliminarCon el fin de comprobar “in situ” las nefastas consecuencias de estas actuaciones, vamos a visitar Numancia el próximo 19 de junio de 2010, sábado, a partir de las 11,30, antes de que desaparezca la magia de su entorno.
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